El pintor se inspiró del poema escrito por Lord Alfred Tennyson en 1832, describe el destino de Elena.
La joven fue encerrada en una torre en la Isla de Shalott, segun la leyenda, tenia prohibido a mirar directamente el mundo exterior, si queria mirarlo tenia que ser através de un espejo, si lo miraba directamente se cumpliria una maldición, durante su encierro Elena pasaba los dias tejiendo un tapiz, sus bordados representaban lo que veia atraves del espejo, como las aventuras de los « Caballeros de la Mesa Redonda » un dia Elena vió pasar a « Lancelot » y se enamoró de él, comenzó a espiarlo, un dia no pudo màs y lo miró directamente, en ese momento el espejo se quebró, y las telas salieron volando por la ventana, la maldición cayó sobre ella: Elena bajó de la torre, se montó en una barca, en la proa estaba escrito « La Dama de Shalott », la barca navegaba hacia Camelot, Elena murió de frio, su cuerpo helado fue encontrado por las damas y por los Caballeros de Camelot, entre ellos se encontraba Lancelot.
La pintura pertenece al movimiento "Pre-Rafaelita":
El tema, ilustra la historia de una mujer vulnerable, le es imposible escapar de su destino.
Tambien lo es en su composición, hay un paralelismo visual entre las ramas de los àrboles y los cabellos, los plieges del vestido y el tapiz.
Muchos autores Pre-Rafaelistas abordan el tema de las leyendas artúricas. Aquí asistimos a los momentos previos de la muerte de la Dama de Shalott que ha perdido sus poderes a causa de su amor por Lancelot.
Esta trágica historia la podemos encontrar en la obra "La muerte de Arturo" escrita por Thomas Mallory en 1485.
Existen docenas de versiones de la historia del Rey Arturo y sus Caballeros, seguramente la version que más ha influido ha sido la recopilación de leyendas realizada por Malory: La dama del lago, la espada en la piedra, Ginebra y Lancelot, Merlín y Morgana, el grial...
Waterhouse se concentra en la atmósfera, la luz està centrada en la joven, y en su vestido blanco, delante de ella hay tres velas, dos de ellas estan apagadas la otra no tardarà en apagarse.
En el siglo XIX las velas tienen su importancia, simbolizan la vida, en el cuadro se van apagando a medida que la dama avanza hacia su destino, la ultima vela se apagarà al mismo tiempo que la vida de la Dama de Shalott.
La barca està en medio del lago rodeada de arboles, es un paisaje tipico Inglés, los juncos del primer plano estan hechos con simples pinceladas.
Los cabellos, los plieges del vestido, los tapices tienen influencia del "Neo-clasicismo "
Waterhouse realizó tres obras inspiradas del poema de Tennyson:
- "The lady of Shalott" (1888)
- "Lady of Shalott. Looking for Lancelot" (1894)
- "I am half sick of shadows, said the Shalott" (1916)
Esta leyenda nos recuerda otros mitos, algunos de ellos griegos, como el "mito de la caverna" de Platón donde solo se puede ver una parte de la realidad desde el interior de la cueva o bien la obra de Homero, donde Penélope teje y deshace, esperando la llegada de Ulises, este al final llegó, lo mismo que lo hizo Lancelot
Elena, desconocida en Camelot, era una persona misteriosa, nunca ha quedado claro si es hada, doncella encantada o simple dama prisionera de algún mal brujo. Al final se revela pues quiere ver el mundo real, no el que se le presenta desformado através del espejo.
He aqui el poema que inspiró el cuadro.
I
A ambos lados del rio se despliegan
sembrados de cebada y de centeno
que visten la meseta y el cielo tocan;
y corre junto al campo la calzada
que va hasta Camelot la de las torres;
y va la gente en idas y venidas,
donde los lirios crecen contemplando,
en torno de la isla de allí abajo,
la isla de Shalott.
El sauce palidece, tiembla el álamo,
cae en sombras la brisa, y se estremece
en esa ola que corre sin cesar
a orillas de la isla por el rio
que fluye descendiendo a Camelot.
Cuatro muros y cuatro torres grises
dominan un lugar lleno de flores,
y en la isla silenciosa vive oculta
la Dama de Shalott.
Junto al margen velado por los sauces
deslízanse tiradas las gabarras
por morosos caballos. Sin saludos,
pasa como volando la falúa.
con su vela de seda a Camelot:
mas, ¿quién la ha visto hacer un ademán
o la ha visto asomada a la ventana?
¿O es que es conocida en todo el reino,
La Dama de Shalott?
Sólo al amanecer, los segadores
que siegan las espigas de cebada
escuchan la canción que trae el eco
del río que serpea, transparente,
y que va a Camelot la de las torres.
Y con la luna, el segador cansado,
que apila las gavillas en la tierra,
susurra al escucharla: "Ésa es el hada,
La Dama de Shalott".
II
Allí está ella, que teje noche y día
una mágica tela de colores.
Ha escuchado un susurro que le anuncia
que alguna horrible maldición le aguarda
si mira en dirección a Camelot.
No sabe qué será el encantamiento,
y así sigue tejiendo sin parar,
y ya sólo de eso se preocupa
la Dama de Shalott.
Y moviéndose en un límpido espejo
que está delante de ella todo el año,
se aparecen del mundo de las tinieblas.
Allí ve la cercana carretera
que abajo serpea hasta camelot:
allí gira del río el remolino,
y allí los más cerriles aldeanos
y las capas encarnadas de las mozas
Pasan junto a Shalott.
A veces, un tropel de damiselas,
un abad tendido en almohadones,
un zagal con el pelo ensortijado,
o un paje con vestido carmesí
van hacia Camelot la de las torres.
Y alguna vez, en el azul espejo,
cabalgan dos a dos los caballeros:
no tiene caballero que la sirva
la Dama de Shalott.
Pero aún ella goza cuando teje
las mágicas visiones del espejo:
a menudo en las noches silenciosas
un funeral con velas y penachos
con su música iba a Camelot;
o cuando estaba la luna en el cielo
venian dos amantes ya casados.
"harta estoy de tinieblas", se decía
la Dama de Shalott.
III
A un tiro de flecha de su alero
cabalgaba él en medio de las mieses:
venía el sol brillando entre las hojas,
llameando en las broncíneas grebas
del audaz y valiente Lanzarote.
Un cruzado por siempre de rodillas
ante una dama fulgía en su escudo
por los remotos campos amarillos
cercanos a Shalott.
Lucía libre la enjoyada brida
como un ramal de estrellas que se vé
prendido de la áurea galaxia.
Sonaban los alegres cascabeles
mientras él cabalgaba a Camelot:
y de su heráldica trena colgaba
un potente clarín todo de plata;
tintineaba, al trote, su armadura
muy cerca de Shalott.
Bajo el azul del cielo despejado
su silla tan lujosa refulgía
el yelmo y la alta pluma sobre el yelmo
como una sola llama ardían juntos
mientras él cabalgaba a Camelot.
Tal sucede en la noche purpúrea
bajo constelaciones luminosas,
un barbado meteoro se aproxima
a la quieta Shalott.
Su clara frente al sol resplandecía,
montado en su corcel de hermosos cascos;
pendían de debajo de su yelmo
sus bucles que eran negros cual tizones
mientras él cabalgaba a Camelot.
Al pasar por la orilla y junto al rio
brillaba en el espejo de cristal.
"tiroliro", por la margen del rio
cantaba Lanzarote.
Ella dejó el paño, dejó el telar,
a través de la estancia dio tres pasos,
vio que su lirio de agua florecía,
contempló el yelmo y contempló la pluma,
dirigió su mirada a Camelot.
Salió volando el hilo por los aires,
de lado a lado se quebró el espejo.
"Es ésta ya la maldición", gritó
la Dama de Shalott.
IV
Al soplo huracanado del levante,
los bosques sin color languidecían;
las aguas lamentábanse en la orilla;
con un cielo plomizo y bajo, estaba
lloviendo en Camelot la de las torres.
Ella descendió y encontró una barca
bajo un sauce flotando entre las aguas,
y en torno de la proa dejó escrito
La Dama de Shalott.
Y a través de la niebla, río abajo,
cual temerario vidente en un trance
que ve todos sus propios infortunios,
vidriada la expresión de su semblante,
dirigió su mirada a Camelot.
Y luego, a la caída de la tarde,
retiró la cadena y se tendió;
muy lejos la arrastró el ancho caudal,
la Dama de Shalott.
Echada, toda de un níveo blanco
que flotaba a los lados libremente
-leves hojas cayendo sobre ella-,
a través de los ruidos de la noche
fue deslizándose hasta Camelot.
Y en tanto que la barca serpeaba
entre cerros de sauces y sembrados,
cantar la oyeron su canción postrera,
la Dama de Shalott.
Oyeron un himno doliente y sacro
cantado en alto, cantado quedamente,
hasta que se heló su sangre despacio
y sus ojos se nublaron del todo
vueltos a Camelot la de las torres.
Cuando llegaba ya con la corriente
a la primera casa junto al agua,
cantando su canción, ella murió,
la Dama de Shalott.
Por debajo de torres y balcones,
junto a muros de calles y jardines,
su forma resplandeciente flotaba,
su mortal palidez entre las casas,
ya silenciosamente en Camelot.
Viniendo de los muelles se acercaron
caballero y burgués, señor y dama,
y su nombre leyeron en la proa,
la Dama de Shalott.
¿Quién es ésta?¿Y qué es lo que hace aquí?
Y en el cercano palacio encendido
se extinguió la alegría cortesana,
y llenos de temor se santiguaron
en Camelot los caballeros todos.
Pero quedó pensativo Lanzarote;
luego dijo: "tiene un hermoso rostro;
que Dios se apiade de ella, en su clemencia,
la Dama de Shalott".
Como dijo Tolkien: "Y aquellos hechos que nunca debieron caer en el olvido se perdieron para siempre en el tiempo. La historia se convirtio en leyenda y la leyenda en mito..."
Excelente leyenda :)
ResponderEliminarExcelente leyenda :)
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